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Material de emergencia de un avión

Obviamente no voy a explicar dónde está cada cosa, porque si muchos pasajeros ya se dedican a robarnos los cinturones y chalecos, ni os cuento lo que pueden llegar a hacer por un botiquín con medicamentos «gratis» o por una linterna molona, o incluso por una radiobaliza (conocida en el gremio de «MD´eros» como Picachu)
Aunque muchas de éstas cosas están más o menos a la vista, hay muchas otras que no. Aún así, es importante que sepáis el material de emergencia que hay a bordo. Sobre todo, aquellos a los que os aterra volar.

El material depende en gran parte del modelo de avión. Casi nunca coincide la ubicación del material de emergencia de un modelo a otro, e incluso a veces en el mismo modelo y diferente avión también cambia; aunque hay una serie de cosas comunes a todos los aviones que yo he volado (CRJ200, Dash8,BAe146, Airbus320 y 321 y MD80):

 

  • Megáfonos. Aunque más de una vez me hubiese gustado usarlo para decirle a un pasajero que apagara su teléfono móvil, su verdadero uso es para impartir instrucciones en caso de evacuación, para dirigir al pasaje en tierra después de abandonar el avión y para comunicarnos de balsa a balsa en caso de amerizaje. Se chequea todos los días comprobando su funcionamiento.
  • Extintores de BCF (Bromo cloruro difluormetano) o Halón 1211. Lo utilizamos fundamentalmente para fuegos eléctricos, porque no conduce la electricidad como lo haría el de H2O. El Halón elimina el oxígeno necesario para la combustión. Se chequea diariamente, teniendo en cuenta su pasador de seguridad y la presión de la botella.
  • Extintores de los baños. Como ya os he dicho mil veces, la mayoría de los fuegos a bordo los provocáis vosotros con vuestra falta de responsabilidad, cuando os dedicáis a fumar en los lavabos a sabiendas de que está prohibido por ley. En los baños hay un pequeño extintor que se  acciona automáticamente cuando detecta fuego, pero son tan pequeños que sólo apagan pequeñas combustiones. Más de una vez se ha liado parda por culpa de un cigarillo. Los extintores de los baños son de Freón y se descargan una única vez; si el fuego no se apaga, y se propaga rápidamente, es probable que acabemos todos como pollos asados. Se chequean varias veces durante el mismo vuelo.
  • Detectores de humo en los toilets. Da igual que los tapéis con un klínex, con un vaso o con la mano. Saltan igual, os lo aseguro.
  • Máscaras de oxígeno para la tripulación. Para apagar incendios y no respirar humo o tóxicos, los miembros de la tripulación tenemos unas capuchas (dependiendo del modelo, cubren hasta la zona escapular, o hasta la cintura) que nos protege y nos suministra oxígeno. Se chequea todos los días, teniendo en cuenta que está en su ubicación correcta y otra serie de puntos para comprobar que funciona correctamente en caso de emergencia.
  • Hacha. No la encontraríais jamás… ¿Para cargarnos a los pasajeros coñazo? No…para abrir paneles eléctricos, para cortar cables en incendios.
  • Guantes de amianto. Sí, de amianto…flipáis ¿no? Yo también aluciné cuando supe que eran de amianto. Sobre todo porque el amianto es altamente cancerígeno y se ha prohibído su uso desde hace años. Podéis obtenér más info aquí y aquí . Depende de la compañía. se utilizan de cuero, o punto, o de fibra mixta con Kevlar. En la primera compañía en la que trabajé, todavía existían los guantes de amianto; creo que a día de hoy ya los han retirado. Sirven para protegernos de quemaduras y cortes. Para su comprobación, chequeamos que estén en su ubicación y por pares.
  • Linternas. Tenemos una obligatoria por cada miembro de la tripulación. Su uso es evidente.
  • Demo-Kits. Para hacer esas demostraciones de seguridad en medio del pasillo mientras vosotros leéis el periódico.
  • FAK. First Aid Kit (Botiquín de primeros auxilios) que podemos utilizar todos los tripulantes para suministrar medicamentos al pasaje. Se chequea diariamente y se repone si es necesario. Un avión no puede operar si no tiene el número de FAKs necesarios y operativos.
  • Doctor´s Kit. Sólo se los podemos dar a personal médico para que ellos lo abran y suministren las medicinas.
  • Botellas de oxígeno. A parte de las máscaras de oxígeno que están encima de vuestros asientos, disponemos de equipos portátiles de oxígeno para suministrároslo en caso de algún pasajero lo necesite, o para la tripulación en caso de descompresión de la cabina.
Y a parte de todas éstas cosas, llevamos cinturones y chalecos de repuesto, alargadores, cinturones kanguritos para los bebés, chalecos de niños, manuales y documentación, las luces de emergencia en el avión, balsas, bengalas y un par de cosillas más que todavía no son «comentables»
Si os lleváis cualquiera de esas cosas, a parte de la correspondiente multa si os pillan, estaréis robando material de emergencia de un avión y atentando contra la seguridad de muchas personas. En España, es un delito penado por ley…y bueno, como sólo os importan los retrasos, deciros también que si nos falta algo, no operamos el vuelo. A lo mejor, mañana te toca a tí esperar a que nos repongan el material de emergencia que se ha llevado el listillo del vuelo anterior.
¡Buenos vuelos a todos!
Img. Aut danedeasy- http://www.flickr.com/photos/aphony/3199354909/sizes/m/in/photostream/ licencia cc

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Yo quiero un paracaídas debajo de mi asiento.

– ¿Y yo para qué quiero un chaleco salvavidas debajo del asiento? Ya sé nadar. Sería mejor que en los aviones pusieran paracaídas.

Bueno, me parece un razonamiento aceptable. No todo el mundo tiene que por qué saber que cuando te caes en medio del océano, no van a venir a buscarte dentro de esos 10 minutillos que tú puedes nadar sin cansarte. Ni tampoco, que es probable que te dés un pequeño golpe en la evacuación y que en el mejor de los casos pierdas el conocimiento. Ni que la temperatura del Mediterráneo no es la habitual en el Pacífico. Tampoco tienen que suponer que el mar esté ligeramente «picado» o que haya olas de más de 10 metros.

Así que yo creo que el chaleco, a parte de para que los nietos de Maruca, Pitita, Cuca y Nati (que a su vez, son hijos de Cova, Alejo, Gala, Lourdes y Mateo) estén monísimos en su velero, sirve también para que flotes en caso de amerizaje.

El tema del paracaídas es un poco más complejo, pero para los que tenéis la duda, voy a tratar de explicarlo de manera fácil.
De todas formas, recordad que soy una «simple camarera del aire», así que puedo estar equivocada. (Oh! ingenieros del mundo, acudid a mí para ilustrarme!)

Como resumen a todo el ladrillazo que os voy a contar, comentaros que llevar un paracaídas en el avión sólo serviría para una cosa: para que no hubiese supervivientes…Partiendo de esa base, detallo:

Los aviones comerciales vuelan aproximadamente a una altitud entre 33 y 40 mil pies, que son entre 10 y 12 mil metros (para Canis y Chonis, entre 10 y 12 kilómetros o «como del polígono a la zona pija, mentiendes?).
A esa altura a penas hay oxígeno en la atmósfera, así que si abriésemos la puerta del avión, en unos segundos dejaríamos de respirar. Es por eso por lo que las cabinas están presurizadas. En caso de una despresurización, se podría respirar con las mascarillas de oxígeno. Primer motivo por el que no utilizamos paracaídas.

Precisamente esa diferencia de presión, entre otros factores, impide que las puertas se puedan abrir en altitud de crucero. Y si alguno logra abrirla, que vaya bien abrigadito, porque con los -40º que debe hacer ahí fuera, puede volverse cubito de hielo en unos segundillos. Así que he e respirar, la solución sería decirle a los pilotos que descendiesen hasta una altitud óptima para lanzarse, pero imagino que cuánto más alto vuelen y a más velocidad, más posibilidades hay de que puedan llegar hasta algún aeropuerto o área en la que puedan realizar un aterrizaje de emergencia.

Además, pensad en qué podría pasar en el supuesto caso de que estuviéramos a una altura en la que se pudiera respirar y abrir las puertas. La velocidad del avión (no menos de 800 km/hora) sería un gran impedimento para salir ileso del salto, y casi seguro que recibiríamos un golpe contra el fuselaje, contra uno de los planos, o incluso que los motores nos absorbiesen.

Además, si ni siquiera nos prestáis atención cuando os enseñamos cómo utilizar un chaleco salvavidas, imaginad la que se puede liar en caso de que cada uno de los 200 pasajeros tuviese que abrir su paracaídas fuera del avión.
Ya me estoy imaginando a la tcp de turno, en medio del pasillo poniéndose el paracaídas, mientras su compañera reza: «en caso de emergencia, tírense del avión usando su paracaídas. Para su uso, extraiga el contenedor del paracaídas de debajo de su asiento, pase el harness entre sus piernas. Ahora entre sus brazos. Una vez colocado, asómese a la puerta y arrójese al vacío sin contemplación…Por favor, no tire de la anilla hasta que haya caído unos cuantos metros y note que se le empieza a congelar el cerebro»
Ya me imagino a más de uno corriendo por el pasillo del avión con el paracaídas fuera, por si acaso en el aire no se le abriese…

Aún así, que sepáis que algunas avionetas y aviones ligeros, sí se llevan paracaídas. Y no, los avioncitos de Air Nostrum no se consideran avionetas.

Image: http://www.gettyimages.es/detail/108194949/Vetta

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