Siempre tiene que haber algún listillo en cada vuelo. Yo creo que llegué a cogerles cariño, y de hecho si no aparecía uno desde el primer momento del embarque me empezaba a impacientar. Pero no…siempre salen; antes o después. Pero ahí están.
Este post se lo quiero dedicar a todos los «pasajeros tocapelotas tipo 1», vamos, a «los pasajeros de la maleta». Que tu les ves subir por las escaleras o caminar por el finger, con la cabeza bien alta, convencidos de que pase lo que pase, su maleta no se bajará a la bodega.
Y tú, con tu sonrisa azafatil le das la bienvenida y le dices :
- Buenos días caballero, la maletita no le va a caber ni en el armarito, ni debajo del asientito. Si es tan amable, me la deja por aquí y yo misma me ocupo de que se la bajen a bodega. _Y es que ya sabes lo que te va a contestar, pero haces como que no.
- Pues discúlpeme usted a mi, señorita…pero esta maleta la he comprado exclusivamente para volar, y sé que está homologada para que quepa en los armarios del avión.
- Pues yo creo que no le va a caber…
- Pues ya verá usted como sí…
Pues venga! Ahí tenemos al primer pasajero cabezón/listillo en medio y medio del pasillo! Hace el amago de subir su maleta, pero…oh! sorpresa! hay más bolsos y abrigos!!! Pues nada, ahí vuelve nuestro buen pasajero para decirnos:
- Señorita, alguien está ocupando mi hueco del armario y no puedo subir mi maleta
- No caballero, disculpe, pero no existen huecos asignados a cada asiento. Si no hay espacio justo encima de su cabeza, puede ponerlo en el de al lado, o incluso en el de enfrente.
Y se va refunfuñando…Y tu ya llevas 5 minutos de retraso por su sulpa, y ahora tienes a 200 pasajeros esperando a que el «tocapelotas» se siente…Pero no! él no! él sigue arre que arre con la maletita. Que la pone del derecho, del revés, de pie, acostada…y nada, no cierra. Y como el pasajero cabezón/listillo, es taaan, pero que taaan listillo, deja la mitad de maleta metida en el rack, la otra mitad fuera y se sienta tan ricamente a leer su «Expansión» como si yo no me fuera a dar cuenta de que la maleta no cabe.
- Señor, la maleta no cabe, verdad?
- Ah, no sé…
- ¿No sabe? Pues yo estoy viendo que sólo cabe una parte. ¿Qué hacemos con la otra mitad?
- Usted sabrá, la maleta está homologada
- (vale, aquí es cuando empiezas a decidir si le dejas caer la maleta encima de la cabeza para desnucarlo, o si pones tu sonrisa más falsa y le quitas la maleta para bajarla a bodega…tictictictac, decíde Lucía, decíde…qué hago?) Bueno, creo que vamos a bajarla a bodega, porque usted mismo está viendo que esto no cabe.
- Pues serán ustedes que no tienen los armarios homologados.
- …ay! lo siento caballero!! vaya golpe! está bien??!. Algún médico en el avión, por favor?